La medicina interna es la especialidad que se ocupa de la atención integral de los pacientes adultos, así como de sus padecimientos no quirúrgicos más habituales de manera ambulatoria o en medio hospitalario, especialmente en casos de enfermedades complejas, crónicas y multisistémicas. El médico internista es el arquetipo clínico por excelencia, un experto en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las enfermedades que afectan al organismo adulto, tanto a nivel individual como global. La especialidad tiene una particular acentuación en coordinar la atención de los pacientes con otros especialistas cuando es necesario, y de realizar actividades de investigación y docencia.

• Hacer un uso racional de los recursos materiales, diagnósticos y terapéuticos para dar una atención óptima e integral al paciente en consulta externa, así como al hospitalizado.
• Diagnosticar con precisión los problemas de salud del paciente, con base en la evidencia científica disponible y considerando los aspectos psicosociales, no solamente biológicos.
• Ejercer un rol eficaz en la consulta de contacto primario, con enfoque preventivo.
• Fungir adecuadamente como líder e interconsultor en el medio hospitalario, coordinando y colaborando en equipo con las demás especialidades.
• Generar conocimientos relevantes sobre los problemas de salud más habituales que afectan a la comunidad, con la finalidad de desarrollar planes de prevención primaria.
• Implementar los conocimientos científicos más actuales en el rubro de la atención de emergencias y unidades de cuidado intensivo de adultos.
• Desarrollar los conocimientos y destrezas necesarias para llevar a cabo labores de enseñanza académica en el ámbito de la medicina, enfocado tanto a pregrado como posgrado.
• Realizar los procedimientos técnico- instrumentales que se requieren para el diagnóstico y tratamiento del paciente adulto con patología médica.
• Diseñar, programar y adelantar investigaciones científicas y en epidemiología clínica, haciendo uso adecuado de los medios técnicos y de sistematización actualmente disponibles.
• Ejercer la especialidad con un sólido juicio ético y crítico, con un amplio conocimiento en bioética.

A al ingreso el aspirante deberá poseer un alto nivel de dominio sobre los conocimientos y habilidades acerca de la medicina general, tener además una gran afinidad por las formas más elevadas del conocimiento, ser capaz de utilizar el método científico como herramienta para la práctica clínica habitual y elaboración de protocolos de investigación.

Adicionalmente, la capacidad de realizar con pericia una historia clínica adecuada, con los pasos que esto implica, y habilidad de gestión sobre los estudios paraclínicos solicitados, con la finalidad de fomentar el uso racional de los recursos diagnósticos y, por ende, la implementación de terapéuticas apropiadas. De manera fundamental, el tener principios éticos y morales que propicien el cuidado de la integridad física y mental propias y de los pacientes. Todo esto en conjunto, aunado a la capacidad de trabajo en equipo, confiere al individuo la capacidad de liderazgo y el asumir responsabilidades con el fin de consolidar el deseo de superación personal y profesional, así como la actualización constante de sus conocimientos.

Al término del curso de especialización en medicina interna, el médico en adiestramiento deberá ser competente para asumir la posición de liderazgo en base a sus conocimientos y poder realizar un abordaje integral del paciente en cualquier ámbito de la especialidad.

En el rubro de la academia, será capaz de analizar con base al pensamiento crítico la evidencia médica involucrada en los procedimientos diagnósticos, terapéuticos y pronósticos para proponer nuevas opciones. Finalmente, se destacará por el desarrollo de las siguientes habilidades:

• Investigación en los problemas de salud más frecuentes en su entorno, y establecer un planteamiento de soluciones desde una base científica, desarrollando protocolos de investigación clínica y epidemiológica que permitan resolverlos.
• Elaborar una historia clínica concreta, fundada en las bases de la propedéutica.
• Dar un orden jerárquico a los diferentes problemas médicos del paciente y en base a esto, proponer procesos de abordaje diagnóstico y plan terapéutico integrales.
• Colaborar efectivamente en equipos interdisciplinarios de alto rendimiento, aportando su visión integradora para el orden de los casos.
• Estructurar una revisión crítica de literatura médica de la especialidad, aplicándola de forma pertinente e individualizada según el contexto.
• Llevar a cabo investigación básica en el área de especialidad y renovar continuamente sus conocimientos.
• Realizar con pericia los procedimientos habituales de la especialidad, por ejemplo: colocación de accesos vasculares centrales, toracocentesis, paracentesis, punción lumbar e intubación orotraqueal, entre otros.
• Poseer el conocimiento y habilidades necesarias para desempeñar un liderazgo eficiente en situaciones de emergencia como código azul, equipos de respuesta rápida y atención en una unidad de cuidados intensivos del adulto.